Afronta todos los desafíos que la vida te ofrezca con ilusión y fuerza.
Valórate y respétate tanto como deseas que lo hagan los demás contigo.
Agradece cada día los regalos que la vida te hace.
Busca siempre lo bueno de los otros y tratátales con cariño y amabilidad.
Riéte y utiliza el sentido del humor como medio para afrontar las dificultades.
Encuentra un propósito a tu vida e implícate en llevarlo a cabo.
Siente más, perdona más, confía más, ten menos miedo y más esperanza.
Rodéate de gente que te toque el corazón y te ayude a amar la vida.
Se tierno con los jóvenes, compasivo con los mayores y amable con los difíciles.
Da más tiempo a los tuyos y demuéstrales lo importantes que son para ti.
Habla menos y escucha más.
Confía más en tu voz interior y en tu intuición y no te dejes arrastrar por lo que piensan los otros. Elige tu camino, incluso si nadie más lo está haciendo.